Pauline en la playa

Pauline à la plage

Eric Rohmer, Francia, 1983

Comentario

Eric Rohmer era un cineasta muy sensible al color, pero lo trabajaba discretamente a partir de los elementos que podía controlar sin que resultara muy costoso para la producción de la película: el vestuario, los carteles en las paredes, los pequeños elementos de mobiliario o de decoración...

Para algunas de sus películas, elegía una paleta de colores muy precisa y colgaba en algún lugar de la decoración la reproducción del cuadro que había inspirado esta paleta y que, de alguna manera, se convertía en la carta de colores de la película. Aquí, en la habitación de Pauline, ha colocado un cartel de La blusa romana de Matisse. En la otra pared de la habitación colocó un salvavidas rojo como hubiera hecho un pintor con un círculo de pintura roja. En el contraplano puso un globo rojo, blanco y azul y el muñeco de un payaso de colores muy vivos.

La masa negra del kimono del hombre hace que los colores brillantes resalten más. En la escena del desayuno, en la cocina, la pared y la cortina constituyen un fondo blanco (como el fondo de la blusa en el cuadro de Matisse) que hace muy visible el juego de colores asociado a la joven (el azul de su taza y el celeste de su camiseta) y al hombre (el rojo de la máquina de escribir y el rojo de su camiseta).

Palabras clave

Pintura moderna.