Paranoid Park

Gus Van Sant, Estados Unidos, 2007, Diaphana pour MK2

Comentario

El lugar epónimo, un parque de skate en Portland, se recuerda aquí gracias a la escritura del cuaderno del joven Alex. El lugar se ve a través del prisma del recuerdo y es comentado por el texto convertido en voz en off, al comienzo de un drama que se está por desarrollar en la vida del adolescente y de la cual no sabe todavía qué hacer. Al director le pareció necesario un tiempo verdadero para anclar la situación de escritura con muchas mini acciones: el personaje sale de cuadro, después vuelve a entrar con una bebida en la mano, enciende la luz, etc. La voz permite al montaje encadenar con el parque de skate, de entrada mostrado detrás de un alambrado que la cámara recorre, por el exterior, antes de deslizarse hasta la espalda agachada del héroe junto a su compañero. El movimiento de la cámara (una panorámica asociada a un travelling) permite detallar las curvas de la arquitectura, los graffitis, los espectadores, los códigos vestimentarios y por cierto a los skaters en movimiento que entran y salen de cuadro: descubrimos así en un lugar delimitado toda una comunidad vinculada por una (contra-)cultura: el alambrado los aísla del mundo habitual. Gus Van Sant además ha elegido sus actores amateurs entre los skaters. La voz en off del muchacho contará cómo ese lugar ha sido creado e inventado por jóvenes marginales, sin autorización. Primero estamos a una distancia descriptiva, luego se nos introduce en un universo a la vez mental y sensorial, con el rostro de Alex en primer plano, seguido de planos cercanos de los skaters. La utilización de una visión borrosa y después de un ralentí, el trabajo musical y sonoro no realista nos hacen caer en un mundo singular de percepciones inéditas y suspendidas que atrapan y seducen al joven protagonista tanto como a los espectadores.