La marca de la pantera

Cat people

Jacques Tourneur, Estados Unidos, 1942, Editions Montparnasse

Comentario

Esta secuencia es famosa porque se la considera un ejemplo de la capacidad del cine para evocar sin mostrar. Jacques Tourneur no nos muestra nada del animal cuyos gritos amenazadores escuchamos y que provocan la angustia y el pánico de Alice. El único indicio visible de su presencia es una sombra con forma felina que baja por la escalera. Pero se puede atribuir al gato de mal agüero que vimos al comienzo de la secuencia. La misma escalera se ha vuelto inquietante por las sombras marcadas y desmesuradas del barral. Cuando Alice apaga la luz del pasillo para dirigirse como una sombra china al recinto de la piscina, se pasa de un mundo iluminado de manera realista a un mundo en penumbras, irreal, reducido a algunas manchas de luz. Los sonidos, trabajados de manera muy artificial y amplificados en la mezcla, tienen un papel central en la atmósfera angustiante de esta escena. Los aullidos estilizados del animal y los gritos de terror de la bañista se mezclan. Al fin y al cabo, el cineasta sólo nos muestra un juego de luces para nada aterrador. Son los destellos de la superficie del agua que se reflejan en las paredes y en el techo de la piscina. Esas sensaciones de vibración luminosa entran en armonía con las vibraciones de la banda sonora y se mezclan de manera angustiante en nuestra percepción global de la escena. Al final de la secuencia, el director hace caer bruscamente la tensión y la angustia con un regreso al mundo normal de la realidad (la recepción) y con el diálogo con otro personaje. Pero la “caída” de la escena es una “recaída” en la angustia ya que la bata de baño de Alice fue realmente destrozada: no se trataba de un simple ataque de pánico infundado.