Déjà s'envole la fleur maigre

Déjà s'envole la fleur maigre

Paul Meyer, Bélgica, 1959

Comentario

La película se desarrolla en Borinage a finales de los años 50. Las minas de carbón, que emplean trabajadores pobres emigrados de toda Europa, entran en crisis graves y cierran poco a poco, engendrando un fuerte desempleo en esta región sin otro recurso.

En esta secuencia, los hijos de los obreros juegan, con tapas de metal recuperadas, para bajar a toda velocidad los escoriales de desechos acumulados por el trabajo de sus padres. Para jugar, los niños no tienen otra elección que reciclar como terreno de juego esas montañas de residuos mineros a los que convierten en “su nieve”. Paul Meyer filma ese juego de velocidad y de vértigo con extremo rigor. Para darnos la impresión de velocidad, compone cuadros perfectamente fijos en los que luego de pasar los niños sólo queda el polvo producido por su deslizamiento. La sensación de velocidad está expresada por la fijeza del cuadro que atraviesan los niños. El director monta los planos de ese juego de deslizamiento alternándolos con planos generales, más contemplativos, de la zona minera que Domenico, un antiguo emigrado a punto de volver a su país, le presenta a Luigi, un pequeño italiano cuya familia acaba de llegar. En su camino se encuentran con un grupo de niños que han jugado a reunir todo tipo de insectos y de animalitos en una tapa de metal: la “colección” heterogénea y lúdica de animalitos se convierte en una metáfora de todas las comunidades nacionales que cohabitan en Borinage.

Palabras clave

El mundo adulto convertido en juego.